Vida y milagros


En el año 2005 llegaron a Fene procedentes de Calabria (Italia), 4 elegantes individuos, con la intención de poner en práctica  en el noroeste gallego todo lo que habían aprendido de la Mafia calabresa para montar una organización que controlase el juego, las drogas, la prostitución y el tráfico de armas. La tapadera que utilizaron, fue hacer un grupo de Rock&Roll, lo que les permitía andar de madrugada por las carreteras gallegas sin levantar sospechas.


El grupo en cuestión se hace llamar Los Tigres del Cañotas, y los delincuentes que lo integran son:


Giuseppe Penereti, aparentemente es el batería del grupo, pero datos proporcionados  por la INTERPOL aseguran que su especialidad es la extorsión a los comercios y empresas a cambio de su seguridad.


Bajo su apariencia de buena persona se esconde un sanguinario personaje que ya ha sufrido varias condenas por circular bebido y por escándalo público, por la manía que tiene de bailar en calzoncillos en las barras de los bares en donde actúa.


Se sospecha que actualmente y debido a unos contactos que tiene con alguna rama de la administración central, está involucrado en una trama de venta de puntos del carnet de conducir así como entregar las respuestas de los examenes de conducir a inmigrantes chinos que no hablan ni papa de español.


Oscari de Mari, disfrazado de bajista es uno de los mayores traficantes de armas del sur de Europa, gracias a la capacidad de la funda de su contrabajo. Es ahí donde transporta un verdadero arsenal procedente de los países del este, que luego distribuye por los campamentos de gitanos de toda Galicia gracias a su parecido con las personas de dicha etnia y a la música de Camela que siempre lleva a todo volumen en su fregoneta.


Con varias condenas pendientes, la justicia cree que esta escondido en Lubián un solitario lugar en la sierra Fenesa.



Giovanni Sexi Cabe, este supuesto guitarrista es según la INTERPOL el más peligroso de los cuatro. Comenzó su carrera delictiva transportando droga desde Colombia en preservativos, metidos en el interior de su cuerpo; debido a su tamaño, en cada viaje transportaba aproximadamente unos 25 kg de cocaina de gran pureza. Se calcula que en los últimos 10 años estuvo viajando a Colombia una media de 7 veces a la semana, todo ello sin levantar la más mínima sospecha entre los guardias del aeropuerto, debido especialmente a su capacidad para mimetizarse con el entorno.

Se sospecha que en los últimos transportes algunos de los preservativos se rompieron por lo cual se le quedo esa expresión de sorpresa que tiene siempre en la cara y esos arrebatos de violencia que no puede controlar.

Suso L’Amore, también llamado el jilguero de Centieiras por su melodiosa voz que hace uso de esta para engatusar a mujeres con fortuna hasta que logra dejarlas en la ruina, según su ficha policial comenzó  captando jóvenes de la Europa del este (allí habría conocido a Oscari di Mari), para prostíbulos de la costa Marbellí, una vez que los tuvo llenos cambio de aires y comenzó a traer brasileñas y colombianas (en unos de estos viajes conoció a Giovanni) para los lupanales gallegos, por lo visto engañaba a todas las chicas haciendose pasar por director de casting de O.P., y les prometía el salto a la fama en Europa a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero, en uno de estos viajes fue detenido en la T4 de Barajas, denunciado por manosear a la mujer de un alto cargo de la OTAN. Salió de la carcel por una serie de sobornos realizados por Giuseppe Penerete. La policía supone que fue este último contacto el nexo de unión entre los 4 delincuentes.

Actualmente Suso L’Amore está intentando fundar una secta nudista en la que el sería el único hombre y la punta de la pirámide y el resto hasta la base estaría formada por mujeres convencidas de que solo el amor libre salvará el mundo.

Cada vez más cercados por las fuerzas de seguridad del estado, el grupo tiene cada vez menos capacidad de maniobra, pero siguen teniendo a su favor el apoyo de sus numerosos fans, que sin saberlo, están también siendo investigados por la policía, por eso de, Dime a quien escuchas y te diré como eres.